Germán Gabriel Benaches, nacido un 16 de Noviembre de 1980, en Caracas, Venezuela, lleva ligado toda su vida al club malagueño del Unicaja. Internacional con la selección absoluta en partido amistoso frente a Bélgica, encuentro correspondiente al preeuropeo de Suecia 2003, previamente jugador internacional en las categorías inferiores de la selección y miembro de la generación de oro del baloncesto español.
El caso Gabriel es digno de estudio, por potencial créanme que no es, quienes le han disfrutado estarán de acuerdo conmigo, en que este jugador a día de hoy no está donde se esperaba que estuviese. Posiblemente uno de los mejores juegos de pies del continente, de los pocos jugadores capaces de jugar al poste, de espaldas, a la antigua usanza, un tiro de 6,25 más que interesante y una lectura de juego que desgraciadamente está pasando inadvertida para el gran publico. El malagueño de adopción es un ejemplo de lucha, sobre todo psicológica, por terminar triunfando en el club de su vida, idas y venidas constantes le han llevado a dejar el Unicaja hasta en tres ocasiones para luego regresar, Orense, Estudiantes, Bilbao o Girona han sido destino del ala pívot, dejando buenas sensaciones allá donde va y siendo jugador importante de cada uno de estos equipos, no solo en presencia sino en estadística.
Casi sistemáticamente, cada una de estas salidas en busca de una reivindicación trajo consigo la vuelta a su club natal, sin pena ni gloria desgraciadamente. Parece que un club con aspiraciones y de los denominados “grandes” le viene precisamente eso, grande. Como todo tema espinoso, levanta ampollas, un buen numero de la afición malagueña opina que no tiene sangre, que le falta chispa, cabrearse, fuerza, energía, o como se suele decir, en vez de sangre en las venas en ocasiones parece tener horchata, eso como digo una parte del aficionado, por que la otra corriente es la de la falta de confianza de sus técnicos y minutos, que digo yo, que ya es raro que sean dos grandes entrenadores los que le condenan a ser un jugador de rotación y escasa.
Yo soy de mojarme, aunque en ocasiones traiga consigo palos y criticas, que se le va a hacer. Gabriel, ya a sus 28 años mucho tiene que cambiar para demostrar que tiene sitio y minutos de calidad en este equipo, como decía más arriba, calidad y ganas no le faltan pero la genética no le acompaña, por más que lo intente no logra sacar y disculpen la frase, esa “mala leche” que le haga dar un par de pasos hacia delante como un gran jugador y referente.
Yo confiaba en él hasta este mismo año, igual Aito le logra aprovechar más de lo que nunca se le aprovechó en Málaga, así lo creía y esperaba que sucediese, pero los fríos números no dicen ni mucho menos que este sea el año de Gabriel, 3,86 puntos por partido, dejémoslo en 4 puntos por partido, 1,82 rebotes y una valoración total de 4,23 es un pobre bagaje para un jugador que llega por tercera vez a Málaga en busca de un salto cualitativo definitivo, una pena.
Hay quien todavía va a seguir cargando al entrenador la culpa de que Gabriel no rinda, claro que si le damos al chaval 30 minutos por partido lo mismo se nos va a 12-15 puntos por partido, pero por esa regla de tres, casi cualquier jugador de esta actual plantilla lo haría, casi sin excepción. El papel de jugador nacional juega una baza importante en todo esto, siendo un jugador interesante lo es más por ser cupo, algo que le da ventaja a la hora de seguir en el equipo cara al año próximo, ¿alguien duda que si no fuese español, ya no estaría en Málaga? Seguro que muchos si lo dudan, yo no, digamos que el hecho de que sea nacional le da el 60% de posibilidades de seguir, dependiendo de renovaciones como la de Jiménez quién tiene un año más de contrato opcional, la renovación de Cabezas (ese es otro tema que da para mucho) o la vuelta o no de Alfonso Sánchez, otro con el que hasta la fecha, su calidad no está haciendo justicia a los números, en este caso por temas totalmente distintos a los de Gabriel.
Dicho todo esto, no habría una cosa que me hiciera más feliz que tragarme mis palabras y que de la mano de Aito diese un golpe en la mesa y empezase a hacer todo aquello que se le presupone. Cara al año que viene y dependiendo de lo que el técnico tenga en mente, yo preferiría subir algún canterano para el puesto de 3-4, véase Vitor Faveriani, seguramente y pese a que la ficha de Gabriel no es alta, el club se ahorraría a nivel económico algunos euros. Creo que incluso al bueno de Germán le interesa una salida, aquí esta condenado al olvido, aquello de cabeza de ratón cola de león, ya saben. No creo que le sea difícil encontrar otro club que le agrade económicamente como lo hace Unicaja y donde encuentre mayor numero de minutos y responsabilidad.
Ojala Gabriel cambie la dinámica de idas y venidas que esta llevando a lo largo de toda su carrera, ahora a sus 28 años está en un momento cumbre cara a ser recordado por siempre como un buen jugador de baloncesto o un gran jugador de baloncesto, otra cosa es que ese tema le quite el sueño.
